Adultos
Realizo entrevistas diagnósticas para conocer a la persona y todos sus condicionantes, con el fin de comprender qué ha provocado y, sobre todo, qué está sustentando la problemática por la que acude a la consulta.
Posteriormente, llevo a cabo el análisis de toda la información facilitada por el paciente, le comunico mi impresión diagnóstica y planteo la indicación terapéutica más adecuada al caso.
La intervención puede ser una psicoterapia individual, que implica un trabajo relacional continuado. La frecuencia de las sesiones se acuerda con la persona y puede variar según los casos, aunque se recomienda al menos una visita semanal.
CONSULTAS MÁS FRECUENTES EN ADULTOS
- Trastornos del estado de ánimo: depresión, trastorno bipolar, etcétera.
- Miedos y ansiedad: fobias, ataques de pánico, agorafobia, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo-compulsivo, hipocondría, etcétera.
- Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia, bulimia, sobreingesta compulsiva, obesidad, etcétera.
- Trastornos psicosomáticos asociados al estrés: sobrepeso, dolores musculares, cefaleas, cansancio, insomnio, etcétera.
- Afrontamiento de cambios drásticos en la salud propia o de un familiar: enfermedad crónica, intervenciones quirúrgicas, demencias, situación de dependencia, síndrome del cuidador, etcétera.
- Estancamiento y dificultades vitales: en el trabajo, con los hijos, en los estudios, etcétera.
- Dificultades relacionadas con la maternidad y paternidad: infertilidad, adopción, embarazo, parto prematuro o complicado, bebé con dificultades, depresión postparto y menopausia.
- Problemas sexuales.
- Conflictos o dificultades laborales: estrés elevado, mobbing, desmotivación o crisis, inseguridad ante retos profesionales, etcétera.
- Dificultad para superar pérdidas de seres queridos.
- Dificultades relacionales: para establecer o mantener amistades, encontrar pareja, resolver conflictos familiares o laborales, etcétera.
- Problemas de autoestima: dificultad para aceptarse o quererse a uno mismo.
- Adicciones.
- Trastornos de personalidad.
- Trastornos del sueño.
- Trastornos psicóticos.
- Desorientación vital y crisis personales: dificultades para afrontar cambios importantes como retos laborales, pérdida del trabajo, cambio de residencia, emancipación de los hijos o jubilación.
- Desarrollo personal: personas con inquietudes sobre su crecimiento interior o deseo de evolucionar pueden acudir a terapia para conocerse mejor, aumentar su autoconciencia y encontrar nuevas formas de estar en el mundo.
- Problemas de impulsividad y regulación emocional: dificultad en el control de los impulsos, gestión de la rabia, frustración o culpa, y manejo de emociones intensas.
- Apoyo en la senectud: acompañamiento ante los cambios físicos, emocionales, sociales propios de esta etapa.
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA PARA ADULTOS
La intervención psicológica en adultos tiene como finalidad favorecer la toma de conciencia sobre el propio funcionamiento mental, promoviendo una comprensión más profunda de uno mismo y una vida más equilibrada y satisfactoria.
